Tener coche propio es imprescindible para muchas de las obligaciones que exige la sociedad actual. Cada día, millones de personas en España necesitan un vehículo para poder acudir a sus puestos de trabajo debido a que el transporte público no es capaz de llegar a todos los puntos de nuestra geografía.
Desde agosto de 2015 hasta el mismo mes del año 2016, se han vendido en España algo más de 1.300.000 vehículos, lo que supone un incremento superior al 14% con respecto a los datos que se manejaban un año antes. En nuestro país se venden 28 vehículos por cada 1.000 habitantes, unos números que hacen pensar que, a pesar de la fuerte crisis económica que nos ha tocado vivir, el sector se va recuperando a pasos agigantados.
Con esos datos en mente se me ocurrió hace unos meses abrir un concesionario en mi ciudad. Era un negocio que podía ser muy rentable si sabía explotarlo y si ofrecía un servicio de primera calidad, por lo que me puse manos a la obra en colaboración con otro socio y abrimos allá por el mes de abril.
Efectivamente, el negocio comenzó a marchar viento en popa. Tanto fue así que multitud de público procedente de otras ciudades acudía de manera incesante a nuestro concesionario esperando encontrar una de las mejores gamas de vehículos del mercado. Teníamos una buena imagen y el trato al cliente era exquisito, argumentos que habían llegado a muchos oídos y que constituían la base de nuestro éxito.
Evidentemente, cuando realizábamos una venta a cualquier cliente que no viviera en nuestra ciudad nos encargábamos personalmente de que su vehículo llegara en perfectas condiciones hasta ella. Para eso decidimos establecer un acuerdo de colaboración con una empresa de transporte de vehículos: www.transportescars.com. Ésta se encargaría de hacer llegar los coches hasta el punto de destino de una manera rápida y segura. Además, también se encargaba de cumplimentar la documentación necesaria para el envío, algo que a nosotros nos libraba de molestos trámites.
La satisfacción de nuestros clientes, lo primero
Asegurándoles a los clientes el envío de su vehículo hasta su ciudad con una empresa fiable y seria como Transportes Cars esperábamos garantizar su satisfacción y su confianza hacia nosotros. Éste era uno de nuestros grandes objetivos y nos complace saber que lo hemos cumplido y con creces.
Decidimos elaborar una encuesta de satisfacción para los clientes de cara a conocer de primera mano qué les había parecido el servicio ofrecido y qué cambiarían del mismo. A medida que íbamos concretando más ventas nos íbamos dando cuenta de que nuestros clientes valoraban muchísimo que el vehículo les llegara directamente a su ciudad sin ningún tipo de problemas. Éste, junto con el trato personalizado que les ofrecíamos y la calidad de los vehículos de los que disponíamos eran las tres mayores virtudes de nuestro negocio. Mi socio y yo nos congratulamos por ello y escribimos un e-mail a nuestros compañeros de www.transportescars.com para comunicarles los resultados de nuestras encuestas y agradecerles que también ellos estuvieran aportando su granito de arena en construir una imagen mejor y más sólida de nuestra empresa.
Seguimos creciendo y no lo hacemos con pies de barro. El nuestro es un ejemplo acerca de cómo unos negocios necesitamos a otros para forjar nuestra identidad. En la confianza y la responsabilidad se encuentra la base de la colaboración, y en nuestro caso hemos tenido la gran suerte de dar con alguien que nos permite prestar un servicio de cinco estrellas.