Muchas son las realidades con las que tienen que convivir las personas que se encuentran a cargo de una empresa con respecto a su propio negocio. Seguramente, una de esas realidades sea la enorme dosis de ilusión que se tiene al empezar un proyecto de este tipo. También es posible que esa persona tenga que lidiar con grandes esfuerzos tanto físicos como mentales a lo largo de todos los días. Y también, como seguramente hayáis visto en el caso de algún pequeño emprendedor que podáis conocer, también haya que lidiar con una realidad que gusta muy poco: las deudas.
Antes de seguir, hay que hacer una indicación clara para quien no esté familiarizado con la gestión de un negocio: deudas tienen todas las empresas. De hecho, muchos expertos aseguran que es necesario que las empresas se endeuden, pero con cierto control, como no podía ser de otra manera. Sobre todo es importante en el momento en el que comienza la vida de un negocio. Es en ese instante cuando debemos invertir en una campaña de publicidad que sea potente, en la adquisición de toda la materia prima y la maquinaria que se necesite para empezar a funcionar, en el alquiler de un espacio de trabajo… y eso, al principio y como es lógico, se hace sin haber ganado un solo euro. Evidentemente, por eso hay que endeudarse al principio. Los problemas vienen cuando estamos funcionando y no cubrimos esas deudas iniciales, que se van haciendo cada vez más grandes.
Muchas veces, la deuda que tiene una empresa ni siquiera es culpa de la propia empresa puesto que su falta de capacidad para hacer frente a esas deudas viene provocada por la falta de cobro de las facturas de sus clientes. Eso es lo que apunta la noticia que os vamos a enlazar a continuación y que se publicó en la web de El Economista. En concreto, dice que las empresas españolas acumulan 1’3 billones de euros en facturas sin cobrar, algo que es más preocupante de lo que nos hubiéramos esperado y que deja claro que no es fácil tener que lidiar con la realidad que presenta el día a día en el sector empresarial.
Lo que está claro es que hay un problema en el día a día de muchas empresas con el que hay que pelear. La deuda no es algo sencillo de sobrellevar: es un asunto que agobia y que tiene capacidad para truncar el crecimiento de nuestro negocio y la propia vida del mismo. Por tanto, es lógico que sean muchos los emprendedores que se preocupen y que busquen técnicas para que eso no termine con todas sus ilusiones. Detrás de todo esto están las 6.690 quiebras que tuvieron las empresas en 2024, de las que habla esta noticia que os acabamos de enlazar de la página web de Europa Press y que muestra que estos problemas son tan reales como la vida misma.
¿Qué es lo que se debe hacer para tratar de evitar problemas en lo que respecta a esa deuda? Hay que tener en cuenta varias cuestiones: es lógico y normal, como decíamos más arriba, que un negocio tenga deuda. Sin endeudamiento, no puede haber crecimiento. El problema es cuando contamos con una fecha limite de pago con la que no hemos podido cumplir. Eso es lo que termina condenando a muchas empresas y esa es una de las señales que indica que algo va mal. Cuando estamos en una situación así, lo que muchas empresas hacen es reducir de manera importante su gasto. Se procura controlar el gasto en suministros, incluso se puede recortar en personal… pero lo que nunca puede pasar es que este tipo de cosas afecten a nuestro flujo de caja. Es ahí donde estaríamos cavando nuestra propia tumba.
Lo que resulta verdaderamente clave para controlar la deuda que nuestra empresa tenga es que no afecte en ningún caso a nuestro flujo de caja. Es algo que apuntan numerosos expertos financieros y que, desde luego, han corroborado desde Workcapital, entidad especializada en ofrecer financiación alternativa a empresas a través del descuento de pagarés o el anticipo de facturas. Han sido los propios trabajadores y expertos de esta entidad quienes nos han hablado de diferentes estrategias para controlar esa deuda empresarial sin que el flujo de caja del que estábamos hablando se vea afectado en ningún caso. Vamos a verlas. Son 3 en total.
Primera. Refinanciación de las deudas
Se trata de una estrategia bastante practicada por los emprendedores que se encuentran agobiados por las deudas. Se trata de renegociar las condiciones que tienen que ver con esa deuda. Un ejemplo claro de lo que estamos comentando podría ser obtener otro tipo de interés o que se nos facilite un vencimiento más largo. Lo que gana el emprendedor en este caso es tiempo, un factor realmente importante cuando estamos intentando cumplir con todas nuestras obligaciones. Cuando ganamos tiempo, disponemos de la oportunidad de liberar recursos financieros mensuales para hacer frente a otro tipo de cosas. Por eso es una técnica tan usada en los momentos en los que nos encontramos.
Segunda. Reestructuración de los pagos
Es otra estrategia que puede ser implementada con éxito por las empresas que se encuentran en una situación de deuda. Consiste en negociar con los acreedores nuevos términos de pago, principalmente renegociando plazos de pago, montos totales y periodos de gracia. El principal objetivo que se persigue con una técnica como esta es la de adaptar los pagos a la capacidad que tiene la empresa de hacer frente a esos pagos, de tal modo que no se incurra en situaciones de morosidad que no solo nos pueden traer problemas legales, sino también desventajas en términos de imagen, algo por lo que, por supuesto, nadie quiere pasar.
Tercera. Priorización de las deudas
No todas las deudas de las que dispone una empresa tienen el mismo nivel de urgencia. Algunas pueden ser consideradas como más urgentes como consecuencia de su alto valor o por la cercanía en la que nos encontramos del vencimiento. Hay que establecer una jerarquía para hacer frente primero a las que consideremos más urgentes, dejando de este modo para más adelante las que no lo son tanto. Esta técnica va a ser muy importante a la hora de garantizar que nuestra actividad no se interrumpa y que no incurramos en ilegalidades. Hay que tener la cabeza muy bien amueblada para saber qué es lo más urgente en todo momento. Eso nos va a ayudar mucho en una situación en la que creamos tener problemas con las deudas.
Hay que decir que las empresas que se encuentran en una situación como ésta pueden dar las gracias de que nos encontremos bien metidos ya en el siglo XXI. Lo decimos porque, a día de hoy, existen un montón de herramientas que podemos usar para tener la oportunidad de gestionar correctamente nuestras deudas sin que estas afecten a nuestro flujo de caja. Esas herramientas pueden ser desde softwares de lo más modernos hasta asesoría para situaciones como de las que estamos hablando. Sin duda, con independencia de cuál elijamos, nos van a echar un cable para gestionar de manera impecable esta situación.
Existen muchos ejemplos de negocios que, después de haber pasado por una situación en la cual estaban acuciados por las deudas, han recobrado la normalidad después de utilizar alguna de las estrategias de las que hemos hablado. No es nada raro que así sea. Siempre hay maneras de combatir situaciones problemáticas en todos los ámbitos de la vida y el que hace referencia a la empresa no podía ser menos. Lo que sí os decimos es que conviene saber en qué estrategias y empresas confiar a la hora de implementar algunas de las cosas de las que hemos venido hablando a lo largo de todo el artículo.
Por cierto, hay algo más en lo que queremos incidir: como propietarios de un negocio, no debes sentir vergüenza alguna cuando tenéis alguna deuda. Como ya os hemos explicado en varios puntos de este artículo, endeudarse es algo que no solo es normal, sino que también es recomendable para un negocio, sobre todo cuando está creciendo. Sin endeudamiento es imposible garantizar un crecimiento tanto a corto como a largo plazo, así que tenedlo claro: no hay vergüenza ante las deudas. Lo que sí debería avergonzar a un emprendedor es no hacer nada por solventar esa situación.
Estamos seguros de que muchas de las empresas que cuentan con deudas actualmente en España van a conseguir cumplir el objetivo de saldarlas. Hay cada vez más emprendedores que usan técnicas como las que hemos descrito e incluso algunas otras para tratar de cumplir con todos los pagos que tienen pendientes. Y eso está haciendo posible que España sea un país cada vez más serio y en el que se cumpla con todas las obligaciones de pago que tienen sus empresas. Esto habla bien de nosotros y de nuestra economía. Y, cuando eso pasa, el futuro es halagüeño para el país.