¿Cuál es el mejor lugar para almacenar el vino?

Cuando se planea crear una bodega de vinos, ya sea en una casa o negocio, la primera pregunta que vienen a la mente es dónde ubicarla o instalarla;  y es que el lugar que se escoja es fundamental ya que de él dependerá que se cumplan o no las condiciones óptimas de conservación y, por tanto, que el vino se encuentre en el mejor estado y no presente defectos ni sabores desagradables.

Debes recordar que los vinos son productos que pueden alterar sus características fácilmente en función del entorno en que se encuentren y la diferencia entre un vino bien conservado o no, puede ser decisivo a la hora de disfrutar de todo su sabor.

Por eso, aquí te damos algunas alternativas para conservar el vino correctamente y todos los aspectos que se deben mantener en cuenta para que siempre mantengan su sabor y propiedades intactas.

¿Dónde almacenar tus vinos?

Sucede que muchas veces sólo nos preocupamos de comprar un buen vino para una ocasión especial, servirlo a una temperatura más o menos agradable para degustar todos sus matices y olores, y de contar con las mejores copas para cada tipo de vino; y dejamos de un lado dónde vamos a conservarlo.

Sin embargo, mantener el vino en buenas condiciones, de luz, humedad y temperatura es vital para disfrutar de su sabor en todo su esplendor. Aquí, algunas opciones recomendadas por los expertos en almacenamiento de vinos de Vicave:

Neveras de vinos

Esta es la alternativa más sencilla de todas para conservar el vino en perfectas condiciones en casa, de forma rápida y sin complicaciones. Se trata de unos armarios que disponen de control de temperatura y humedad en su interior lo que permite mantener el vino en perfectas condiciones durante todo el tiempo que permanezcan allí. Además, que te permiten elegir entre diferentes capacidades, tamaños y precios según lo que necesites. Otra de las ventajas es que resulta un elemento muy decorativo y pueden ubicarse en casi cualquier estancia de la casa.

Vinoteca

Las vinotecas cumplen con la función de conservar el vino en las condiciones ideales para su disfrute. Para ello, esta especie de electrodoméstico/armario para vino, cuenta con más o menos espacio en su interior para colocar las botellas de vino y que éstas se mantengan siempre a una temperatura controlada. Así, esta alternativa se diferencia de las neveras para vinos porque estas no servirían para enfriar otras bebidas como si sucede con las neveras.

Dependiendo del sistema que incorpore cada vinoteca para mantener el vino a buena temperatura, ésta funcionará de una u otra forma.

Por ejemplo, la vinoteca termoeléctrica no genera ruidos ni vibraciones y es respetuosa con el medio ambiente. Este tipo de vinoteca para casa funciona expulsando aire forzado para conseguir que se mantenga la misma temperatura en la parte superior e inferior de la vinoteca.

Mientras que, por su parte, una vinoteca con compresor cuenta con una  mayor capacidad de refrigeración que permite conservar distintos tipos de vino a la vez y que cada uno de ellos esté a la temperatura correcta.

Si se quiere optar por una vinoteca también hay que saber colocarla en el lugar adecuado de la vivienda, de forma que las botellas gocen de las mejores condiciones de ventilación, humedad, vibraciones y luz.

Así, tras comprar una vinoteca para un bar, un restaurante o una casa, hay que tomar en cuenta los siguientes aspectos para encontrar la ubicación perfecta:

  • La vinoteca debe estar a la sombra. Aunque la vinoteca cuente con su propia tecnología para conservar el vino, hay que impedir que le dé directamente la luz solar, ya que esta puede dañar la integridad del vino y modificar la temperatura.
  • La temperatura del lugar donde se coloque la vinoteca no puede superar los 30ºC.
  • No se debe colocar junto a otros electrodomésticos, en especial si estos vibran, ya que las botellas de vino podrían sufrir con estas pequeñas vibraciones.
  • Se debe evitar colocar en un lugar de descanso o de trabajo. Esto porque al igual que los frigoríficos, las vinotecas también pueden producir algo de ruido, el cual, dependiendo del modelo, puede llegar a ser algo molesto.
  • Por último, también hay que tener mucho cuidado con colocar una vinoteca junta a la pared, pues esta máquina necesita al menos un espacio de tres cm para ventilar de forma adecuada.

Bodega

Esta tercera alternativa requiere de mayor esfuerzo, tanto en tiempo de instalación y precio, como en mantenimiento. Se trata de instalar una bodega propia en una habitación interior independiente, que mantuviese las condiciones idóneas de temperatura y humedad, por medio de un termostato en su interior.

Para esto, lo ideal es tener una habitación de algún piso o casa antigua, de esas que tienen paredes macizas de gran grosor, capaces de mantener temperaturas estables todo el año. En caso de que no dispongas de un lugar así, también puedes habilitar tu sótano o trastero, los cuales normalmente están situados en zonas frías de los edificios o vivienda, y suelen ser estancias frescas y húmedas, por tanto, adecuadas. Lo que hay que cuidar en estos casos es que estén bien aisladas, para no verse afectadas por los ruidos y olores del garaje.

Un lugar fresco de la casa

Si tampoco se cuenta con una estancia independiente o con un trastero, y no disponemos de presupuesto para una nevera, la última alternativa sería buscar una ubicación en la habitación más aislada y fresca de la casa, como por ejemplo el recibidor o el hueco debajo de las escaleras, el cual debe contar con buena ventilación y escasa iluminación, así como poco ruido.

Lo que debes recordar es que el único sitio donde no debes instalar tu bodega es en la cocina, ya que se trata de la peor ubicación posible al contar con mucha iluminación, cambios bruscos de temperatura y ruidos.

¿Cómo conservar tu colección de vinos?

Además de saber donde almacenar nuestra colección de vinos, también hay que cuidar ciertos aspectos fundamentales para conservarlos en su estado ideal:

  • La ubicación. Como dijimos anteriormente, se debe buscar el lugar ideal para almacenar nuestro vino: un espacio natural o en caso que no se disponga de uno, un armario climatizado, o un armario oscuro situado en el rincón más fresco de la casa, generalmente en las plantas bajas o los sótanos.
  • Las vibraciones. Es importante evitar cualquier tipo de vibración fuerte y continua que pueda afectar al vino, ya que éstas son muy perjudiciales para la conservación de sus características. Y es que pueden llegar a producir lo que se conoce como “fatiga del vino”, causada mayormente por aquellas vibraciones que se producen de una forma regular y continuada.
  • La ventilación. Nuestra bodega debe tener una buena ventilación para evitar la formación de olores no deseados. Esto porque el vino “respira”, y si lo dejamos en contacto con algún olor fuerte, este puede llegar hasta el vino atravesando el corcho.
  • La luz. Los vinos deben estar almacenados en un lugar oscuro en donde se evite los efectos oxidantes de la luz y el sol;  y si va a haber luz, nunca puede ser directa. Esto porque los rayos ultravioletas del sol favorecen la oxidación, lo que hace envejecer al vino prematuramente.
  • El movimiento y la posición de la botella. Es recomendable colocar las botellas tumbadas o inclinadas, de tal forma que la burbuja de aire del interior se sitúe en el hombro de la botella y el corcho permanezca constantemente mojado e hinchado; además de no moverlas una vez almacenadas, para, por ejemplo, alcanzar otras botellas de vino. Para ser exacto, la posición ideal de la botella sería tumbada con una leve inclinación del 5%.
  • La temperatura debe ser lo más estable posible, sin oscilaciones térmicas o con las mínimas posibles. Las oscilaciones de temperatura nunca deben de ser mayores de 1,5º al día y de 3º al año.
  • La humedad. Con la humedad pasa un poco como con la temperatura. Una humedad relativa baja (menos de 60%) provoca que el corcho se seque y se deteriore, permitiendo que entre aire. Mientras que una humedad relativa alta es recomendable, ya que mantiene los corchos húmedos y la evaporación al mínimo. Sin embargo, si supera el 80% puede favorecer el desarrollo de parásitos que ataquen el corcho y causen serios problemas en el valor de nuestra colección.

Por último, como norma general, y respetando todos estos factores, no conviene olvidar que los vinos deben guardarse durante cierto tiempo concreto; ya que no todos envejecen igual, y de hecho, no todos son aptos para envejecer. Cada botella tiene su ritmo de evolución y maduración.

Por ejemplo, los vinos sin crianza normalmente no mejorarán con el tiempo; mientras que los vinos que sí la han recibido, se pueden almacenar entre 2 y 10 años para madurar.

No obstante, también habría que tomar en cuenta  otros muchos factores como son el tipo de vino, la variedad de uva, su elaboración, el tipo de crianza, su graduación, el equilibrio entre su azúcar, ácido y taninos, las condiciones de conservación y de almacenaje…

 

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