La sal, uno de los productos más serviciales de nuestro día a día

En nuestro día a día usamos la sal de forma bastante recurrente, sobre todo en la comida, y es que siempre hay que echarle o ponerle una pizquita de sal a la vida para que esta se pueda disfrutar. La sal común o sal de mesa, la cual conocemos de forma habitual directamente como sal, es un tipo de sal denominada cloruro sódico (o cloruro de sodio), cuya fórmula química es NaCl. Esta, en función de su procedencia, podemos diferenciarla entre tres tipos diferentes, puesto que, aunque su composición es similar, existen diferencias entre, la sal marina y la de manantial, que se obtienen por evaporación; la sal gema, que procede de la extracción minera de una roca mineral denominada halita, y la sal vegetal, que se obtiene por concentración, al hervir una planta gramínea (método también utilizado para la obtención de azúcar a partir de otra planta gramínea) que crece en el desierto de Kalahari, en el sur de África. Pero lo cierto es que más allá de la definición de sal y de los tipos que nos podemos encontrar, la realidad es que este producto que usamos de forma habitual en nuestras comidas, también nos vale para muchas otras cosas.

Como os decimos, la utilidad de la sal va mucho más allá de las comidas y, entre otros, podemos encontrarla en:

  • Flores naturales. Para mantenerlas frescas durante más tiempo tan solo se ha de añadir una pizca de cloruro de sodio al agua del florero.
  • Controla malezas de jardín. Esparce sal en grietas del piso o espacios de la acera donde crezcan malas hierbas.
  • Apaga incendios aceitosos. Si en el horno o cocina se encienden llamaradas de grasa, echa pizcas del mineral al fuego para controlar las llamas.
  • Retira hielo de aceras y calzadas. Espolvorea sal en pisos exteriores para disminuir la cantidad de hielo-nieve acumulada y evitar que se pegue al piso. Este uso, como es lógico, es uno de los más habituales durante los meses de invierno y es que con la llegada del frío, de las primeras nieves y de las heladas, la sal cobra una gran importancia en la red viaria española. Así, para que os hagáis una idea, solamente en la provincia de Bizkaia, la activación del Plan de Vialidad Invernal supone movilizar un parque móvil que cuenta con 82 quitanieves y 10.000 toneladas de sal y, como os decimos, todo esto solamente en una provincia, por lo que os podéis hacer una idea de la cantidad de sal que se necesita para que se pueda circular con seguridad por la red viaria estatal. Es por ello por lo que cada vez son más los clientes que, como nosotros, confiamos en Humanes Guillén Eurosal, puesto que ellos nos aportan sal y salmuera de primera calidad que nos sirve para pasar el invierno sin tener que preocuparnos del hielo que se forme sobre las carreteras y las zonas por las que pisamos de nuestra casa, con lo que nos ahorraremos más de una y de dos caídas que pueden derivar en lesiones importantes.
  • Repele hormigas. Para alejar hormigas de tu casa, espolvorea sal en la entrada, bajo puertas, alrededor de ventanas y en toda zona donde suelan aparecer.
  • Secado de ropa en invierno. Si la secas en exterior, echa un puñado de sal al agua del último enjuague. Esto evitará que la ropa se congele.
  • Protege mimbres. Para retirar o prevenir lo amarillento en muebles de mimbre, aplica en toda su superficie un cepillo humedecido con agua salada caliente y deja secar al sol.
  • Haz durar más las esponjas. Para alargar su vida útil en cocina o baño, después de cada uso remójalas en agua salada fría.
  • Prevén escarcha en ventanas. Evita la aparición de hielo en vidrios de tu casa y auto, frotando una esponja humedecida en agua salada al interior de las ventanas.
  • Desodoriza calzado. Rocía pizcas de sal al interior de tu calzado para eliminar humedad y malos olores.

La importancia de la sal en el hogar

Sin volver a caer en el tópico de que usamos la sal para cocinar, la realidad es que esta también nos ofrece otras utilidades en elementos como el refrigerador, en el que, si aplicamos la sal mezclada con agua de soda, podremos desodorizar y limpiar la nevera. Así como también nos ayuda a eliminar manchas de óxido en ropa y textiles, mezclando limón y sal para humedecer bien estas manchas. En este caso, tras ese paso dejaremos secar la prenda al sol, la enjuagaremos y la volveremos a secar.

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