La industria náutica en España se ha convertido en una importante fuente de riqueza para el país. En 2019 se matricularon 6.080 embarcaciones de recreo (+9,65%), pero estas cifras quedan muy lejos de las más de 13.000 embarcaciones que se registraban durante los años previos a la crisis de 2008. Ahora estamos a la puerta de la peor provocada por el coronavirus, sin embargo, desde este sector se intenta salir a flote y por eso ya se están pidiendo ayudas al Gobierno y a las diferentes administraciones.
En España, la náutica deportiva, donde se incluye la construcción, reparación, industria asociada, servicios auxiliares aporta cerca un 0,7% del PIB nacional y más de 110.000 empleos, directos e indirectos. Unos empleos que ahora están en duda. Sin embargo, hay que luchar por ello porque es un sector de mucho prestigio en este país, donde se encuentra en los lugares más destacados de la Unión Europea. El número de embarcaciones en España ronda las 4 por cada 1.000 habitantes, por lo que todavía queda mucho camino por recorrer.
Así trabaja una empresa de náutica
Vamos a conocer un poco más sobre la forma de trabajar de estas empresas. Nos subimos a la embarcación de Náutica Jiménez para conocer detalles. “Ofrecemos todos los servicios necesarios para la embarcación, directamente y sin intermediarios. Todos los trabajos son realizados en nuestras propias instalaciones bajo la supervisión de personal cualificado, lo cual garantiza un servicio de alta profesionalidad y rapidez a precios muy competitivos”, explican. La garantía de muchos años de experiencia en el sector y la confianza y fidelidad de sus clientes es la mayor evidencia de la calidad y eficacia para estas empresas que ahora se enfrentan al COVID-19.
- Venta de embarcaciones nuevas y seminuevas y todo tipo de servicios y mantenimiento de las mismas
- Venta de remolques nuevos
- Naves cerradas con capacidad para invernar embarcaciones hasta 15 m de eslora
- Pupilaje
- Reparación de motores marinos (mecánica diesel y gasolina)
- Pintura
- Reparación de barcos
Una salida para estas empresas es la de especializarse en la reparación y mantenimiento de embarcaciones a motor, vela y neumáticas de diversas esloras. Hacerse un taller autorizado por concesionarios oficiales para reparar motores fueraborda, intraborda y dentrofuerabordas.
Pueden realizar cualquier tipo de trabajos mecánicos, tales como revisiones, acoples y desacoples de motor, remotorizacion, adaptaciones. Proporcionar a los clientes una oferta integral de servicios que cubren todas las áreas requeridas por las embarcaciones.
Ventas
No sabemos si serán buenos tiempos para comprar barcos, pero por si acaso, hay que disponer de un catálogo de venta de barcos nuevos con grandes ofertas a disposición de los clientes. Además, si eliges una empresa de barcos de segunda mano puedes encontrar fantásticas embarcaciones a precios realmente increíbles y en muy buen estado a pesar de su uso.
Alquiler de barcos
Y si las cuentas no nos dan para comprar, siempre estará la opción del alquiler. Las empresas te ofrecen la posibilidad de alquilar una embarcación y de esta manera puedes hacer de tus vacaciones un momento inolvidable acompañado de familia y amigos. También puedes alquilar barcos para eventos, traslados de novios a boda, sorpresas, cumpleaños, reportajes fotográficos, etc., Y siempre con la tranquilidad de que la embarcación va capitaneada por el patrón.
Medidas para salir de la crisis
El sector náutico tiene que reinventarse. Una vez más esta famosa palabra que se hizo constante durante la crisis de 2008 ya está presente Se puede mirar en el espejo del automóvil. En este sector se ha visto cómo se está reorganizando hacia servicios de alquiler y coches compartidos que suplan el descenso de ventas de vehículos en propiedad.
Nunca damos al mar el valor que tiene. Los datos dicen que el 60% del tráfico global se produce por vía marítima. Así es como las fronteras marítimas exigen protección, sus navegantes y pasajeros, seguridad y salvamento. Pues aquí se pueden encontrar algunos puestos de trabajo.
En los astilleros, que es uno de los pulmones de la industria náutica española, este virus ha sorprendido, como a tantos españoles, trabajando, por eso, es un reflejo de que este sector no se para.
Está claro que la pandemia va a provocar que todo cambie, y los hábitos de los aficionados a la náutica también. Al menos durante un tiempo, nos vamos a encontrar con un mundo más cerrado y con menos viajes, y habrá otras formas de vida y comportamiento, ya sea por miedo, por restricciones de cada Estado o por motivos económicos. Sin embargo, como siempre ha demostrado la náutica no puede quedarse atrás. De esta vamos a salir.