Emprender con éxito en productos ecológicos

Nunca pensé que mi conciencia ecológica podría convertirme en un empresario de éxito. Después de salir despedido de mi anterior trabajo, decidí apostar por invertir en productos ecológicos. Un nicho de mercado que no estaba bien explotado hace unos años. Y es que al final si quieres triunfar se ha demostrado que hay que invertir en innovación alimentaria, porque da más rentabilidad que en internet.

Y es que en los últimos años los mercados ecológicos se han convertido en un modelo de negocio de éxito para muchos pequeños productores del sector agroalimentario, que no sabían por donde tiras, y gracias al auge que está adquiriendo en la conciencia ciudadana han podido triunfar en esta selva que se han convertido los mercados.

Mi éxito se lo agradezco a una organización del campo, que hace cinco años puso en marcha una experiencia muy curiosa que consistió en un mercado de venta directa de productos ecológicos, que se celebra los segundos sábados de cada mes, para sortear los bajos precios que percibían los productores y dar a conocer este tipo de producción. Así firme un convenio con productores ecológicos de frutas, hortalizas, vinos, pan, quesos y demás productos agroalimentarios.

Aunque los dos primeros años fueron un poco más duros, los recuerdo muy bien, en el tercero se dobló la participación y ya acuden una vez al mes unos veinticinco productores procedentes de toda España.

Tuvo claro desde el principio que uno los objetivos era fomentar el conocimiento del producto ecológico a través de la venta directa, lo que permití al consumidor conocer el origen de lo que come y abaratar el precio al desaparecer los intermediarios. Y eso al final es lo que quiere la gente, comer sano. Y es que además en este mercado no hay especulación porque los precios vienen marcados por los productos de temporada y, además, se abaratan porque desaparecen los intermediarios, por lo que el precio es sólo un poco más elevado que si no fuera ecológico.

La respuesta del cliente

La magnífica respuesta que despertó entre los consumidores provocó que cada vez fueros más los productores que nos uniéramos. Al final, siempre que los pequeños nos unimos, podemos luchar contra los grandes. Lo que ha provocado que muchos pequeños agricultores que se veían abocados al fracaso, o que no podía competir contra las grandes empresas, hayan podido sacar la cabeza. En este tiempo no hay un perfil tipo del consumidor. Por mi empresa se acercan personas de todas las edades y formación con el único nexo en común de la concienciación por los alimentos saludables y el medio ambiente.

La verdad es que  no me puedo quejar, porque gracias a esta inversión puedo vivir muy bien. Me he olvidado de Euribor, de hipotecas y de crisis, porque facturo mucho dinero. Incluso he llegado a comprarme un chalé con piscina. En cuanto tuve beneficios tenía claro que quería darle este capricho a mi familia porque se lo merecían. Ellos han estado a las duras y a las maduras, y ahora que puedo quiero disfrutar el éxito con ellos. Así que llamé a Piscinas DTP y cogí la mejor piscina que tenían. Vaya gozada.

Con este artículo os quiero decir que si tenéis un sueño, luchéis por él. Es complicado, la vida está llena de trampas, pero si se quiere, se puede. Espero que vosotros también logréis un negocio con éxito.

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