Actualmente muchos llevamos una vida llena de estrés y objetivos por cumplir, en mi caso tuve una época de excesiva presión por llegar a ciertos objetivos en mi trabajo en la empresa. Como realicé la carrera de psicología sabía que estaba empezando a llegar a un punto en el cual la ayuda especializada iba a ser necesaria. En mi época de estudiante me tiraba más la línea referente a los recursos humanos y no pensé nunca que necesitaría ayuda, pero había llegado el momento.
Aquí en Zaragoza me dijo un familiar de mi mujer que le fue bien en http://psicologozaragoza.net/ y después de hablar con Marisa por teléfono me terminó de convencer. Me vino muy bien las citas con ellas para relativizar cosas y sobre todo para poder expresar todo lo que llevaba dentro y a veces no te sale hablarlo con nadie, por lo que quedé contento y me recuperé rápido. Todos tenemos límites y yo sentí que los estaba pasando, por lo que os recomiendo que si os sentís así no tengáis miedo y os pongáis en manos de un profesional.
De una desgracia puede salir una interesante idea
El haber estado con mi colega me hizo pensar en montar una consulta, muchos psicólogos toman la decisión de montar un centro de psicología como salida profesional. Actualmente veo complicado tomar esta vía, pero os dejo aquí la información que tengo:
- Formación: Es vital formarse y la mayoría de másteres existentes son basura. Lo mejor es formarse leyendo mucho y en todo caso buscar a alguien que respete y ponerte en sus manos.
- Prácticas: El poder hacer unas prácticas útiles no es fácil, pero es una buena manera de conocer la forma de funcionar. Lo mejor es buscar un buen profesional y que te eche un cable.
- Modelo de negocio: La mayor complicación es que se puede ganar dinero, pero no mucho. Por esta razón muchos centros acaban haciendo formación, un servicio que parece similar, pero que aumenta la productividad del negocio. Debemos escoger entre cantidad y calidad. Lo más importante es tener claro que la terapia individual no es suficiente para poder tener un proyecto con estabilidad y futuro.
La verdad es que si volviera a tener 23 años me hubiera decantado a pesar de las dificultades por el emprendimiento. Supongo que me llena menos ahora tener que seguir en Recursos Humanos, una rama que me proporciona un buen resultado, pero que no me llena tanto como podría ser el intentar mejorar la vida de otras personas.
En la vida a veces tomamos decisiones que nos encaminan a una vida que a veces nos lleva a lugares que ni si quiera hubiésemos imaginado. Yo he vuelto a seguir trabajando en recursos humanos de una gran multinacional, pero si algún dueño me llamase para ser socio o colaborar, me sería complicado decir que no.
La satisfacción del trabajo bien realizado con una persona que tiene problemas, desde luego que no tiene precio. Lo más importante es intentar seguir tus instintos, entonces es cuando sabes que no estabas equivocado.