Las instalaciones, la decoración, la tecnología, la calidad, la marca, el diseño, el logo, el packagin, el precio, la limpieza… todos estos son los elementos más valorados a la hora de elegir un producto o servicio o un establecimiento concreto. Pero en los últimos tiempos está ganando importancia, por encima de todo, la ética empresarial, que implica a todo el proceso de producción desde el origen, hasta llegar al cliente, pasando por todo los agentes, tanto internos (personal), como externos (proveedores, clientes…).
La ética empresarial es la mejor arma y la mejor estrategia de marketing con la que se puede contar hoy, y cada vez son más las empresas comprometidas con las personas que sufren dificultades, con el medioambiente, con la seguridad de sus trabajadores y trabajadoras y con las especies que habitan el planeta.
El cambio climático es uno de los problemas más importantes a los que el ser humano se ha de enfrentar hoy, sino el que más, ya que si nos cargamos el planeta en el que vivimos, ya no nos quedará nada. Y a menos que tengamos un plan B, tipo invadir otro planeta, que esto es muy humano, nuestra especie, y la del resto de especies que habitan en la Tierra, tienen los días contados.
Es necesario, pues, una toma de conciencia que nos lleve a transformar nuestra forma de entender el mundo y de comunicarnos con él y con los demás habitantes del planeta. Así, empezando en nuestro propio hogar, reduciendo el consumo energético, reciclando, reutilizando materiales, eligiendo alimentos de temporada y de cercanía, o si nos animamos construir un huerto ecológico. Todo es poco para poder dar la vuelta a una situación que de seguir a este ritmo, pronto estallará provocando catástrofes hasta ahora nunca vistas.
Y como consumidores, debemos exigir a las empresas que reduzcan de manera drástica el impacto medioambiental que el desarrollo de su actividad provoca en el planeta.
El plástico como uno de los principales agentes contaminantes
El plástico, uno de los materiales que más empleamos en nuestro día a día, provoca un impacto medioambiental de proporciones exageradas, tanto, que actualmente existe, en el océano Pacífico existe una enorme isla de bolsas de plástico que tiene un tamaño aproximado de unos 1.400.000 km² y que está provocando daños irreparables en la fauna marina de la zona, que según l@sexpert@s es prácticamente inexistente.
Las bolsas de plástico tradicional contienen polímeros sintéticos provenientes de elementos fósiles, como el carbón o el petróleo y que pueden llegar a tardar hasta unos 400 años en descomponerse. Esto es lo que se conoce con el nombre de polución por plástico, y provoca daños irreparables en el medioambiente, los seres humanos y el resto de las especies.
Ante esta realidad, la empresa Plásticos Genil, se ha especializado en la fabricación y comercialización de bolsas de plástico biodegradables y compostables idóneas para el comercio, debido a su gran resistencia, flexibilidad y comodidad. Todas sus bolsas están fabricadas con materias primas procedentes de almidón de maíz o de patata bajo unos estrictos estándares de calidad que cumplen con la normativa EN1342 que regula las bolsas de plástico biodegradables compostables. Cuentan con una amplia variedad de formatos para comercios y farmacias, baratas y de primera calidad: bolsas de asas o camiseta, bolsas con block para el envasado a granel de productos, bolsas tipo saco, bolsas con lazo o con troquel banana, etc…
Y es que al estar fabricadas a partir de materias primas orgánicas, como la soja, la yuca, el plátano, la patata o el cáñamo, pueden ser asimiladas como nutrientes, por lo que contribuyen a cuidar el medio ambiente y a reducir el consumo de energía y de recursos naturales.
Otra de estas empresas concienciadas con el cuidado del medio ambiente es Plásticos Alhambra, que año tras año supera con éxito las auditorias de Calidad y Medio Ambiente realizadas según la norma Iso 9001 y 14001 así como la auditoria de producto Bolsa de plástico Reutilizable según la norma UNE 53942, que atienden a la fabricación, manipulación, impresión y comercialización de film, laminas, bobinas y bolsas de polietileno y biodegradables.
Ya lo sabes, el consumidor tiene la última palabra, si no hay demanda, no hay oferta. Exige bolsas biodegradables.