Durante las últimas décadas, hemos asistido a un cambio demográfico realmente importante no solo en España. Y tampoco solamente en Europa. Hablamos de un cambio demográfico que ha afectado a las principales economías del mundo: a la Unión Europea, sí, pero también a Estados Unidos o Japón. Y es que en todos estos casos, el envejecimiento de la población se está convirtiendo en algo realmente preocupante. La pirámide poblacional es completamente invertida en todos y cada uno de estos casos y eso a mucha gente (sobre todo joven y de mediana edad) le hace preocuparse por el futuro.
No es para menos que así sea. Vamos a ofrecer algunos de los datos que nos ha dejado nuestro país al respecto de este tema durante los últimos años. La primera noticia con la que nos chocamos procede de la web del diario 20 Minutos, que informaba en enero de 2019 de que había más personas mayores que nunca en España (un total de 8’9 millones). La verdad es que es un dato que ya nos daba mucho que pensar y que, aunque revelaba que la esperanza de vida estaba creciendo en España, no evitaba que nos imagináramos el turbio futuro que nos espera.
Pero es que la información de un estudio de Statista va todavía más allá. En ella, asegura que el 1 de enero de 2020 existían en España 9’28 millones de personas mayores de 65 años, una cifra que, obviamente, y a tenor de lo que os comentábamos en el párrafo anterior, también equivalía a un nuevo máximo histórico. Statista hacía una comparación de los datos de personas mayores de esa edad entre 2002 y 2020 y nos ofrecía un dato tajante: en esos 18 años, la cantidad de personas mayores de 65 años en España ha aumentado en más de 2 millones.
Son muchas las personas que ven en todo lo que os venimos comentando un problema. Puede llegar a serlo para algunas cosas. Pero la sociedad se tiene que aclimatar a lo que va surgiendo con el paso de los años. Para otras personas, que haya tanta cantidad de personas mayores es una ventaja. O, más que una ventaja, una oportunidad. Es por ello por lo que están creciendo los negocios que tienen como público objetivo a las personas de la tercera edad. Y son negocios que, por cierto, están funcionando bastante bien.
El público de más de 65 años se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en uno de los más interesantes desde el punto de vista comercial. Ha crecido (y lo va a seguir haciendo, además) en cuanto a número y es evidente que eso implica la llegada de nuevas oportunidades para las empresas que proporcionan servicios y productos para este tipo de personas. Uno de los mejores ejemplos es Cuidaria, cuyos profesionales han venido experimentando un repunte de las ventas en los últimos años gracias a esa orientación por las personas mayores por la que apostó la empresa desde su fundación.
Un grupo de población que, en muchas ocasiones, olvidamos
No es justo que nos olvidemos de nuestros mayores y de sus experiencias. Y, por desgracia, es algo que suele producirse en nuestra sociedad de manera bastante habitual. Las personas mayores siguen teniendo necesidades y requieren de los mejores cuidados, por eso resulta increíble que, en muchas ocasiones, sean olvidadas incluso por sus familias. No cabe la menor duda de que es imprescindible que tengamos siempre en cuenta lo que necesitan ya no para que se encuentren físicamente bien, cosa que es lógica, sino también para que no se sientan psicológicamente abandonadas.
Pero no solo las familias se han olvidado en múltiples ocasiones de las personas mayores. También las administraciones públicas lo hacen. Cuando, cada cuatro años, llegan las elecciones, en los programas electorales encontramos pocas medidas y avances sociales que tengan que ver con este grupo de población. Y resulta curioso que así sea, sobre todo teniendo en cuenta que es el más numeroso y el que más cantidad de votos puede ofrecer a cualquier formación política. La verdad es que es un asunto hiriente y que requiere de una revisión no solo por parte de los políticos, sino por la sociedad en su conjunto.
Ojalá que, dentro de algunos años, esto haya cambiado por completo. Es algo que necesitamos todos y todas, el tener más cerca a nuestros mayores, disfrutar de ellos y de ellas por tanto tiempo como nos sea posible. La sociedad muchas veces no valora todo lo que nos pueden proporcionar y, sobre todo, todo lo que nos han proporcionado ya. Y eso, como antes apuntábamos, no es justo. Es necesario hacer examen de conciencia en este punto y volver a hacer sentir a nuestros mayores que son parte (y una parte importante, de hecho) de nuestra sociedad.