El gasto por reforma en el hogar aumenta considerablemente

Que estamos al final de la crisis es algo que ya se puede palpar en la sociedad, ya que los años duros de la crisis ya han pasado, y las medidas económicas han tenido éxito. Aunque claro está que todavía no podemos felicitarnos, ya que sigue habiendo personas desamparadas y sin trabajo.

Uno de los índices para medir la salida de la crisis es la compra y venta de las viviendas. En los años duros de crisis era bastante común la venta masiva de viviendas, mientras que la compra de las mismas se reducía debido a que prácticamente no se daban hipotecas debido a la inseguridad para dar capital por parte de las entidades financieras.

Ahora que las entidades financieras han abierto la mano, y que las mejoras laborales empiezan a funcionar, nos encontramos con que con más frecuencia se están comprando viviendas. Esta es una buena noticia, ya que la venta de viviendas mueve el sector de la construcción, que no acaba en la construcción.

Existen muchas empresas que dependen de este sector, y de hecho cuando la burbuja inmobiliaria explotó, muchas empresas dependientes de este sector se fueron a pique porque no pudieron encontrar clientes suficientes para mantener a flote el negocio. La cuestión es que a día de hoy esto ha cambiado.

El sector de las reformas se ve beneficiado, ya que la compra de viviendas que se está realizando está focalizada en las viviendas de segunda mano. Esto implica que cuando los nuevos dueños entran, tienen que realizar reformas para adaptar la casa a su gusto o para arreglar los desperfectos del paso del tiempo.

Los datos que confirman el crecimiento del gasto por reforma

Las nuevas ayudas aprobadas por el ministerio de Fomento junto a la mejora de la situación económica, al aumento de la renta de los hogares y a la mayor confianza de los consumidores, entre otros factores, impulsarán el gasto de cada vivienda en reformas más del doble de lo previsto el pasado ejercicio, cuando se estimó que el gasto aumentaría un 1,9% en 2018.

Así, este año cada vivienda gastará, de media, 30 euros más en reformas que en 2017, hasta los 681 euros. Y como el parque nacional está integrado por 25,7 millones de viviendas, el gasto en reformas en España ascenderá hasta los 17.514 millones de euros. Para el próximo ejercicio las previsiones son aún más optimistas, ya que el gasto medio de cada vivienda podría ascender un 4,7% hasta los 713 euros.

No obstante, el crecimiento del gasto en reformas estará condicionado por distintas variables, entre las que destacan la gestión que hagan las comunidades autónomas de las ayudas y la facilidad que den a los ciudadanos de acceder a los fondos. Por otra parte, también influirán la evolución de los conflictos geopolíticos que han provocado el repunte del precio del petróleo y los derroteros por los que continúe el desafío independentista, ya que estas amenazas podrían impactar en la marcha de la economía española y, por ende, ralentizar la actividad del sector de las reformas.

En cualquier caso, el incremento del gasto de cada vivienda irá en paralelo a un mayor número de reformas. De hecho, según el Observatorio 360º de la Vivienda y la Reforma, en España este año se reformarán en torno a los 1,6 millones de viviendas, unas 100.000 más que en 2017. Sin embargo, esa cifra apenas representa un 6,25% del parque; sumando las obras asociadas a la compraventa de viviendas de segunda mano y las mejoras orientadas a la renovación y el mantenimiento de los hogares.

Esto favorecerá a empresas muy conectadas al sector de la construcción. Magasin du Carrelage es una empresa experta en azulejos españoles, que se dedica a ejercer de proveedor a nivel internacional. Dispone de una tienda con más de cuatro mil referencias de azulejos, cerámica y loza de alta calidad.

Y es que si bien es cierto que siete de cada diez inmuebles que se venden en nuestro país pasan antes o después por una reforma, no es menos cierto que el nuevo Plan Estatal de Vivienda fomentará en mayor medida el alquiler que la compraventa, en un momento en el que el uso turístico de las viviendas y la mayor propensión de los jóvenes hacia el alquiler han disparado los precios en las principales ciudades.

 

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