Construir tu propia puerta con palets

Hay que ser productivo, eficiente, ahorrativo y por su puesto habilidoso. Estas actitudes son fundamentales para afrontar el día a día sin demasiado sobresalto. Ahora que el mañosismo esta de moda, el reciclaje es vital para subsistir, no solo por el medioambiente, también para mantener la economía propia que la vida esta muy cara, hemos pensado en que se puede invertir un poco de tiempo libre para desarrollar esas actitudes y alguna más. Hablando con los profesionales del sector de las manetas y manivelas para puertas de Manigrip, se nos ha ocurrido que la fabricación de una puerta de madera a base de palets, puede resultar tan interesante como productiva y satisfactoria.

Los palets están tan de moda como el mañosismo, pues es uno de esos materiales por excelencia en el mundo de la reconversión y el reciclaje. No hay casa ecológica que no cuente con mobiliario de palets, ni local chic en el que los sillones o las mesas estén fabricados con estas maderas. Es fácil crear mobiliario con los palets, desde sofás hasta camas, pasando por mesas y cualquier tipo de mobiliario que se nos ocurra. Gracias a la enorme variedad de palets que se pueden encontrar, es fácil conseguir los que vengan mejor para fabricar un mueble en concreto.

Durante los últimos años, los palets han ganado en popularidad dentro de la decoración del hogar, para la creación de muebles de tipo rustico y en este caso particular, de puertas. Son fáciles de encontrar, económicos y en ocasiones, no cuestan dinero. Su uso habitual es en el sector de la distribución para asegurar que las entregas de grandes pedidos, sean más seguras. Eso los convierte en elementos fuertes y capaces de soportar grandes pesos.

En esta ocasión vamos a explicar como fabricar o construir una puerta de madera con palets. Diseños hay muchos, tipos otros tantos y finalidades de las puertas las que cada uno quiera: correderas, de entrada, para escaleras… Imaginación y creatividad al poder. Empezamos por una puerta colgante de estilo rústico.

Empezamos…

Lo primero que tenemos que hacer, obviamente, es conseguir los palets. Según las dimensiones de la puerta que se pretenda fabricar, se necesitarán más unidades. Una vez tenemos los palets, manos a la obra. El primer paso, es fácil, pero a la vez, puede resultar difícil y presentar cierto grado de dificultad si los clavos, no se comportan y salen como deben. Toca desmontar esos palets, hacerlo despacio para evitar romper las tablas que no tenemos prisa.

Desmontados todos los palets y con todas las tablas dispuestas, lo que más nos conviene, es utilizar el suelo para simular la puerta que queremos fabricar. Disponemos las tablas de la manera que nos gusta, comprobando las medidas y si necesitaremos más o menos tablas. Este paso, simple pero vital, nos va a dar una clara idea del resultado final.

Ya sabemos lo que queremos hacer, es momento de ponerse manos a la obra. Ahora toca coger cada una de esas tablas y lijarlas, sabemos de sobra que la mayoría de los palets, no son de acabado fino y suelen presentar astillas o un aspecto deslucido. Un buen lijado, nos proporcionará un mejor resultado. Tras el lijado, habrá que pintar esas tablas del color que más nos guste.

Cuando la pintura este seca, es momento de proceder a unir esas tablas de la manera convenida. Para ello, martillo y clavo o taladro y tornillos. Para empezar, disponemos las tablas sobre una de ellas que cruzará de forma transversal el resto. De esta manera, todas quedarán unidas.

Dado que se trata de una puerta colgante, hay que asegurarse de colocar todos sus accesorios para que funcione correctamente. Para ello, hay que contar con un kit que disponga de la guía y los accesorios que van a permitir, que la puerta, quede colgada pero pueda moverse. De este modo, tendremos una puerta corredera colgante con mucho estilo.

Colocar estos anclajes, tanto a la puerta como a la pared, debe hacerse siguiendo unas instrucciones muy definidas. Las mismas, las aportará el fabricante de las guías sobre las que vamos a montar la puerta.

Sin embargo, antes de colgarla, podemos añadir elementos como la maneta, o un pomo, según gustos y preferencias. Aunque se trate de una puerta corredera, contar con un elemento de tirada es una opción que aportará distinción a esos palets que ahora, van a separar espacios en nuestro hogar.

También puedes darle el acabado que mas te guste: la pintura es otro arte que puede hacer de tu puerta algo envidiable. Además de poder reforzarla con elementos de forja, según como sea la decoración en general o tus gustos.

Colgados

Teniendo ya la puerta terminada totalmente, lijada, pulida, pintada, barnizada o lacada, con sus manetas, sus herrajes colocados y demás, toca colocar los rieles sobre los que se va a deslizar.

Estos rieles, van a ir en la parte superior de la pared, justo en el marco donde se coloca la puerta. Para instalarlo, hay que contar con la distancia que debe haber desde el tope de la puerta hasta el riel. Esta distancia la determina el largo de las vías y, por tanto, el ancho de la puerta.

Fundamental, importante y vital es recordar que para que la puerta se deslice correctamente, no puede tocar el suelo. Debe quedar un espacio libre entre suelo y puerta para que pueda moverse sin dificultad. En caso de querer montar una puerta que vaya al suelo, hay que montar otro riel en el mismo. Eso nos llevaría más trabajo, pues taladrar suelo para instalar los rieles, es otra historia.

A tener en cuenta el largo de los rieles: deben ser el doble de largos que el marco de la puerta. Esto es así por una sencilla razón, al moverla, debe contar con espacio suficiente para que permita el paso.

Las ruedas de la parte superior deben estar bien montadas y acopladas. Si no lo están, no guiarán la puerta de la forma adecuada. Engrasar los rieles ayudará a que deslice correctamente.

Ya tenemos nuestra puerta corredera colgante lista para pasar por ella.

Algunos apuntes…

Para fabricar una puerta con palets, solo se necesitan las ganas, los palets y algunos accesorios más. Herramientas como una lijadora, una sierra de calar, martillo y clavos, atornillador y tornillos, pintura, barniz y herrajes para que la puerta cuente con todos sus elementos.

El diseño puede ser cualquiera que nos inspire, aquí hemos hablado de una puerta sencilla montada con las tablas dispuestas todas juntas sobre una transversal. Sin embargo, las posibilidades son infinitas. Sencillas o terminadas en pico o redondeadas, con tablas trasversales cruzadas, que solo cubran la mitad de altura… En cuanto a los acabados, sucede igual, puedes pintarla de forma que mantenga su aspecto rústico o lacarla para conferirle un toque más moderno.

Para colocar herrajes, manetas u otros elementos, el sector de la ferretería cuenta con un sinfín de diseños y objetos. Una combinación que no falla es la forja con la madera, los resultados de añadir forja en determinadas partes de la puerta, le darán un toque muy interesante. Acorde con una decoración rústica y antigua.

Lo mejor de fabricar tus propias puertas con palets, es que puedes utilizarlas en cualquier parte de la casa: desde la habitación hasta el hueco de un armario. La cocina, la puerta del jardín o la terraza, incluso el baño, son buenos lugares para colocar una puerta corredera.

Si prefieres una puerta normal, también es posible, solo hay que montarla sobre bisagras y hacerle una cerradura. Como decimos, las posibilidades son tan infinitas como la imaginación de quien las fabrique.

 

 

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