Comprar planta de vid es algo que demanda ciertos conocimientos y tomárselo en serio para tener éxito. Esto es algo que cada vez se tiene más presente y desde Plantvid.com creen que no se debe olvidar si se quiere obtener una buena vid que dé el rendimiento adecuado, con independencia del lugar donde se realice.
El caso gallego
Dar con una planta de vid de garantías que se pueda ajustar a lo que precisa el viticultor no es una tarea sencilla en Galicia.
El viticultor debe conocer la cantidad de majuelos que precisa para la siguiente campaña, el cuál será el resultante de sumar los que se deben a las marras anuales y a las replantaciones de las parcelas arrancadas, pues es en este periodo del año donde debe hablar con los viveros para conocer las existencias para hacer los encargos con tiempo suficiente.
Existen viticultores que realizan acuerdos con los viveristas todas las campañas, entregando los sarmientos elegidos en sus viñas. A la hora de visitar a las instalaciones de los viveros, para la comprobación in situ del aspecto de las plantas que se encarguen y para intercambiar opiniones, va a ser de provecho para las partes.
La ralentización de la actividad es algo que suele producirse en ese momento, lo que ayuda a que pensemos sobre cómo va la actividad, tanto en la campaña que esté terminando como de cara a actividades posteriores y los resultados que puedan producirse y su mejora.
Recordemos que los viticultores no deben solo quedarse con plantar dependiendo de las existencias que haya en los viveros.
Un profesional de la viticultura, conforme renueva las parcelas, tiene que tener muy claro lo que quiere y las variedades por las que va a optar. Por ello tiene que conocer las viñas perfectamente y las combinaciones necesarias para cada uno de los rincones.
Si se conoce todo esto bien, estas fechas son el mejor momento en el que el viticultor puede contactar con los viveristas, encontrando los que tengan el material de carácter vegetal que va a necesitar.
Un viticultor no debe resignar a plantar solo dependiendo de las existencias de los viveros. Para ello solo tiene que aceptar cuando coincida por completo entre lo que desea y lo que hay en el mercado.
De no ser así se deberán buscar alternativas. Comprar a los viveristas, solo esa parte del material vegetal que vaya a coincidir con lo que precise, puede ser un gran ejemplo.
En este sentido, puede ser de gran utilidad en plantar los brazos que mejor se encuentren en cada parcela y proceder a su injerto cuando le sirvan, todo ello con las púas de las variedades que le interesen y que no pueda encontrar en el mercado.
Desgraciadamente, el número cada vez es menor, pero todavía hay injertadores buenos en tierras gallegas. Los viticultores de las zonas cercanas a la frontera portuguesa, también pueden encontrarlos en este país.
No es verdad que plantar bravos y el injerto sea un retraso en cuanto a tiempo
Se piensa, en parte por los viticultores más jóvenes, que la plantación de bravos y el injerto a nivel de tiempo, algo que no es verdad. Aunque se tendrán que dar dos condiciones. Una de ellas es que el terreno se debe acondicionar igual de bien que cuando estamos plantando vid injertada.
Otra de ella es que el injerto cuente con un número en cuanto a fallos que sea reducido, en todo esto tiene mucho que ver el año y lo buenos que sean injertadores.
Pese a que la espera sea de 2 años en los injertos, hay que tener en cuenta que si el resultado del injerto es bueno, no se pierde tiempo.
Todo ello no es óbice para reconocer que cuando hay plantaciones de grandes superficies y escasez de profesionales, el injerto en el campo es cada vez de más complicada viabilidad.
Otra de las salidas para los viticultores que no encuentran los que buscan, es enviar la madera de las variedades que necesitan a un vivero para que lo injerten.
Eso sí, se retrasa un año. No olvidemos que con un buen cuidado del terreno, además de una atención sobre el suelo en el tiempo que haya que esperar, se van a mejorar las garantías de éxito en la plantación que se realice, compensando, a nivel parcial lo que se vaya a tardar.
Esperamos que después de todo esto tengan un poco más claras las cosas, aunque es un mundo en el que nunca se deje de aprender.