Cuando hablamos de termitas, hablamos de insectos diminutos, pero con un potencial destructor enorme. Pueden estar durante tiempo escondidas, alimentándose de madera, vigas, marcos de puerta, muebles… y muchas veces no nos damos cuenta hasta que el daño ya está avanzado. La buena noticia es que los expertos tienen hoy día técnicas, conocimientos y herramientas que permiten detectar, tratar y prevenir con bastante eficacia estos problemas.
¿Qué tipo de termitas hay y por qué causan tanto daño?
Antes de entrar en el cómo, vamos a ver un poco el qué y el porqué. Las termitas son distintas de las hormigas, aunque a veces se confundan porque se agrupan, se desplazan y tienen patrones de conducta similares. Pero su modo de vida y alimentación es diferente: se alimentan de celulosa, que se encuentra en la madera, cartón, vigas, suelos antiguos…
Por ejemplo, expertos señalan que los principales grupos que pueden afectar estructuras son las termitas subterráneas, que viven debajo del suelo y acceden a las casas desde ahí; las termitas de la madera seca, que viven directamente en elementos de madera dentro de la estructura; y las termitas de la madera húmeda, que aprovechan madera dañada por agua.
El daño viene porque actúan por dentro de la madera, sin que a menudo nos demos cuenta, y cuando se ve el resultado visible, un marco hueco, una viga que cruje, madera que parece “papel” al tocar puede que ya haya mucho trabajo hecho. Por eso la intervención temprana es fundamental.
Señales de que puedes tener termitas.
- Madera hueca o débil.
Al golpear vigas, marcos o muebles, la madera suena vacía o se deshace fácilmente al tacto.
- Túneles de barro o tubos de tierra.
Las termitas subterráneas construyen estos pasadizos para moverse de manera protegida y acceder a la madera.
- Residuos de alas caídas.
Algunas termitas aladas pierden sus alas cerca de ventanas, puertas o zócalos cuando buscan formar nuevas colonias.
- Puertas o ventanas que se atascan.
Si empiezan a no cerrar correctamente, puede ser por daños internos en la madera causados por termitas.
- Polvillo fino de madera.
Pequeños montoncitos de polvo cerca de muebles o estructuras de madera indican actividad de termitas.
- Zonas húmedas o madera en contacto con el suelo.
Estos lugares atraen a las termitas, que necesitan humedad para sobrevivir y reproducirse.
¿Cómo actúan los expertos para tratar termitas?
Fumicón nos aclara que tratar la madera no es sencillo, pero tampoco imposible.
Para lograr que estos problemas sean solventados de la mejor manera posible, los expertos se centran en realizar los siguientes pasos:
- Inspección y diagnóstico.
Los buenos especialistas empiezan por una inspección minuciosa. No basta con ver “una termita por aquí”. Hay que revisar los cimientos, zonas de madera en contacto con el suelo, vigas, marcos, zócalos, zonas de humedad o donde haya “viajes” de tuberías o cables que puedan facilitar el acceso.
En esa fase se busca: tubos de barro o “túneles de tierra” que las termitas subterráneas construyen, madera hueca al tacto, residuos de alas voladas, puntos de contacto madera‑suelo, zonas húmedas… Identificar la especie o tipo de termita ayuda a decidir el tratamiento más adecuado.
- Elección del método de tratamiento adecuado.
Una vez identificado el problema, los expertos eligen entre varios métodos, adaptados a la situación concreta.
Veamos los principales:
- Barrera líquida (termicida aplicada al suelo): Para las termitas subterráneas se suele hacer una excavación alrededor del perímetro del edificio, aplicar un producto químico especial en el suelo para crear una “capa protectora” que impida el paso o elimine las termitas que la atraviesen.
- Sistemas de cebos (baits): En vez de solo barrera, algunos expertos instalan estaciones de cebo que las termitas comen y llevan al resto de la colonia, de modo que se ataca el origen, no solo el síntoma. Esto es menos invasivo pero requiere seguimiento.
- Tratamiento directo en madera seca o elementos estructurales: Cuando la infestación está en madera (vigas, muebles, marcos), se puede inyectar producto químico, hacer perforaciones, aplicar geles específicos o incluso fumigación dependiendo del grado.
- Prevención y barreras físicas: Los expertos también pueden instalar barreras físicas anti termita (como mallas, películas especiales, protección en obra) para evitar que nuevas colonias entren.
- Ejecución del tratamiento.
Cuando se decide el método, se pone en marcha la operación. Este es un momento decisivo, y los profesionales lo saben: deben aplicar los productos en la dosis correcta, asegurar que la cobertura sea completa (sin huecos), cumplir normas de seguridad de químicos, y garantizar que la zona quede protegida para el futuro.
Por ejemplo, en la barrera líquida se cava una zanja alrededor del edificio, se mezcla el termicida con el suelo o se inyecta bajo la solera. En la zona interior, puede ser necesario perforar el suelo o la base del edificio para asegurar la cobertura. Según un análisis, “la concentración y distribución correctas del termicida deben aplicarse para que sea efectiva”.
- Evaluación, garantía y seguimiento.
Un tratamiento no acaba al cabo de un día. Los expertos ofrecen seguimiento: revisiones frecuentes, comprobaciones de que la colonia está inactiva o eliminada, y ajustes si aparece nueva actividad. Algunos planes incluyen garantía de que, si reaparece actividad, vuelven a intervenir.
Este punto es muy importante, porque muchas infestaciones reaparecen si solo se hace una actuación “rápida” sin mantenimiento. Los profesionales lo saben y lo comunican.
¿Cuáles son las ventajas de acudir a expertos?
Puede que en este punto te estés preguntando: ¿por qué no intento yo mismo “una solución casera”? Y la respuesta es que muchas veces sí es una buena opción, pero con limitaciones. Cuando se trata de infestaciones serias o estructurales, lo de expertos tiene ventajas decisivas:
- Conocen las especies, los puntos de entrada, las rutas ocultas de termitas.
- Tienen acceso a productos profesionales y técnicas que no están al alcance del usuario común.
- Hacen inspección profunda, no “por encima”.
- Pueden asegurar que la solución cubre tanto el presente como el futuro (garantía, seguimiento).
- Previenen daños mayores: cuando las termitas avanzan, reparar madera, vigas, suelos, puede costar muchísimo más que el tratamiento.
En resumen: contratar expertos es invertir en tranquilidad, protección y evitar sorpresas costosas.
¿Cuánto puede costar y qué factores influyen?
El precio dependerá de:
- Tipo de termita (subterránea, madera seca, humedad).
- Tamaño de la propiedad y accesibilidad (sótano, vigas, muros complicados).
- Estado de la infestación (incipiente o avanzada).
- Método de tratamiento elegido (simple barrera, cebos, intervención interior).
- Necesidad de reparación o sustitución de madera dañada.
Algunas empresas especializadas señalan que no pueden dar cifra sin hacer la inspección, porque el precio cambia mucho. Pero para que te hagas una idea, podrías citar que “una casa estándar puede requerir tratamiento profesional con seguimiento anual”, lo cual tiene un coste mayor que un simple producto de bricolaje, pero es mucho más seguro.
Prevención: la mejor aliada contra las termitas.
Eliminar termitas es necesario… pero evitarlas es aún mejor. Algunas de las recomendaciones que podemos darte son:
- Evitar el contacto directo de madera con el suelo o con humedad. Los marcos de madera, vigas o postes que tocan tierra son “puertas abiertas” para las termitas.
- Corregir filtraciones, goteras, zonas de humedad. Termitas adoran madera húmeda o deteriorada.
- Ventilar bien sótanos y espacios bajos para evitar acumulación de humedad.
- Mantener preparados los alrededores de la casa.
- Programar revisiones frecuentes con un técnico especializado detectará signos invisibles para quienes vivimos el día a día.
¿Qué hacer en caso de que detectes actividad de termitas?
Si ves algo que te hace sospechar (maderas huecas al tocar, tubos de barro en las paredes, alas descartadas en ventanas, puertas que de pronto se aflojan, aunque no se usen), no esperes: contacta con un profesional. Mientras tanto, procura no mover la zona más de lo necesario, no uses productos caseros con la idea de “resolverlo y ya”, porque puede complicar la inspección profesional.
Durante la inspección, puedes aprovechar para pedir varios presupuestos y preguntar qué método usarían, qué garantía ofrecen, cuánto tiempo durará el seguimiento. Los expertos lo dicen: comparar 2 o 3 empresas te dará mejor confianza.
¿Cuáles son los peores obstáculos o “lo que no te cuentan” al principio?
Para que tu artículo esté equilibrado y tú lo sabes mejor que nadie es bueno reconocer también los retos:
- No todos los tratamientos de bricolaje funcionan para infestaciones profundas. Algunos pueden eliminar “terminecas” visibles, pero la colonia sigue activa.
- La intervención puede suponer molestias: excavaciones, perforaciones, posibles tiempos de espera, uso de químicos.
- La reparación de daños estructurales puede implicar costes adicionales.
- La prevención sigue siendo vital, incluso después del tratamiento: si no se mantienen las condiciones de humedad bajo control, puede volver a aparecer.
- Algunas zonas son más “favorables” para termitas (clima, tipo de construcción, materiales) y requieren vigilancia extra.
Confiar en expertos para tratar infestaciones de termitas garantiza una eliminación eficaz de los insectos y protege la estructura y la durabilidad de la vivienda. Gracias a técnicas profesionales, inspecciones minuciosas y métodos preventivos, es posible mantener los hogares seguros y saludables a largo plazo. La combinación de tratamiento y prevención asegura tranquilidad, preserva la inversión y permite disfrutar de un espacio libre de daños, confortable y protegido frente a futuras amenazas.



