Los españoles y españolas, a pesar de la enorme producción y tradición vinícola, no beben demasiado vino, en comparación con otros países productores, ya que según los datos, tan solo se consume una media de 21 litros de vino al año por persona. Parece, pues, que somos más de birra, y eso que los beneficios del vino para la salud del cuerpo y del alma son innumerables. Pero gracias al enoturismo, la afición de los ciudadanos y ciudadanas por la bebida de uva, está aumentando. En las tascas, bares y tabernas del país, también es muy frecuente encontrarse con personas bebiendo una buena copa de vino acompañada de una tapa o un pincho.