Hoy en día es bastante habitual decir que el mundo de los negocios y las empresas es más democrático que nunca. Y la verdad es que tiene razón. Un cliente tiene un abanico inmenso de posibilidades a la hora de buscar un producto o servicio, algo que no era muy habitual hasta hace muy poco a no ser de que dicho cliente dispusiese de mucho dinero. Ahora basta con un ordenador, móvil o tablet para saber dónde y cómo se puede conseguir lo que se está deseando. Además, con tanta oferta como hay ahora lo normal es que los precios sean más bajos. La competencia ha aumento y eso, desde luego, es muy positivo.