Hoy en día es bastante habitual decir que el mundo de los negocios y las empresas es más democrático que nunca. Y la verdad es que tiene razón. Un cliente tiene un abanico inmenso de posibilidades a la hora de buscar un producto o servicio, algo que no era muy habitual hasta hace muy poco a no ser de que dicho cliente dispusiese de mucho dinero. Ahora basta con un ordenador, móvil o tablet para saber dónde y cómo se puede conseguir lo que se está deseando. Además, con tanta oferta como hay ahora lo normal es que los precios sean más bajos. La competencia ha aumento y eso, desde luego, es muy positivo.
Pero Internet también puede abrir una brecha sideral entre unas y otras si, por un lado, muchas empresas deciden apostar por todas las ventajas que la red ofrece y, por el otro, otro tipo de empresas deciden trabajan como lo vienen haciendo ahora, al margen de las redes y de Internet. A día de hoy ya existen diferencias claras en cuanto al potencial que presentan empresas de los dos grupos. Pero en el futuro la diferencia va a ser demasiada. Hasta tal punto de que, quien no opere en Internet, estará muerto.
En España todavía hay mucho que aprender en lo que a uso de Internet y redes sociales se refiere, y especialmente en lo que tiene que ver con el mundo empresarial. Un artículo del diario Expansión aseguraba que, en pleno año 2014, eran 3 de cada 10 empresas las que todavía no disponían de una página web a pesar de que en ese momento disponer de presencia en la red era algo ya considerado como vital. El dato nos alejaba bastante de los registros de los demás países de la Unión Europea y ponía de manifiesto que todavía teníamos mucho que hacer en esta materia.
Viajemos un poco más en el tiempo para ver la progresión que hemos tenido. Según una noticia publicada en La Vanguardia, en 2016, 8 de cada 10 empresas nacionales con conexión a Internet tenían página web, siendo la mitad las que usaba medios como las redes sociales y 1 de cada 5 las que realizaba de alguna manera la venta online. Seguían siendo números que nos alejaban algo de la Unión Europea y que demostraban, una vez más, que en materia digital vamos con un poco de retraso con los países de nuestro entorno.
Las empresas españolas se han dado cuenta en los últimos años de que, en materia digital, están algo por detrás de las empresas alemanas, las francesas, las británicas y las de varios países más de nuestro entorno. Ese es el principal motivo por el cual, según los profesionales de G2 Informática, los responsables informáticos de las grandes y medianas empresas españolas se han puesto manos a la obra para intentar adaptar un poquito más sus empresas a las necesidades que se tienen a nivel empresarial en la actualidad.
¿Qué pasa con las pequeñas empresas?
La verdad es que la situación de las empresas pequeñas en España necesita un cambio. Buena parte de los datos negativos a los que hemos hecho referencia en los anteriores párrafos se debe a que muchas pequeñas empresas de nuestro país no han tenido acceso, ya sea por falta de recursos o de conocimiento, a este tipo de labores. Este tipo de empresas es a las que más les urge un cambio de modelo en su línea de negocio y para ello hay bastantes empresas que apuestan por el desarrollo de páginas web y el posicionamiento de las mismas en los principales buscadores de Internet.
Teniendo en cuenta que la brecha entre las empresas que disponen de página web y redes sociales y las que no tienen nada similar va a crecer en los próximos años, es imprescindible que todas las empresas de pequeño tamaño empiecen a adaptarse a las exigencias de la red. Es evidente que este cambio es bastante grande para ellas y que probablemente necesiten hacer algún tipo de cambio en su estructura para asumir esta nueva necesidad. Pero lo que también es cierto es que no se van a arrepentir en absoluto.
Es cuestión de tiempo que sea obligatorio que todas las empresas dispongan de página web y perfil en las principales redes sociales. Y es hora de ir preparando ese cambio y tratar de hacer posible que la transición sea lo menos caótica posible. Muchas pequeñas empresas ya se han puesto manos a la obra con ello y han realizado bastantes avances de un tiempo a esta parte. El resto tiene que ponerse ya con ello. Más pronto que tarde empezarán a ver los beneficios.